Creo que de las pocas cosas que somos dueñas es de nuestros pensamientos, de nuestras reflexiones. Considero también que la libertad de pensamiento en la base para la libertad de expresión. Y esto es algo que se me viene a la mente constantemente cuando escucho opiniones o noticias.
Desde mi punto de vista, esta libertad de pensamiento tiene mucho que ver con la educación. Quizás por eso tanto interés en cambiar contantemente la legislaciones en educación y formación y la imposibilidad de acordar también en esta materia.
Desde esta reflexión y pensamiento, considero que una gran parte de la situación actual es que nos dejamos llevar por la confusión que convierte los derechos en deseos y los deseos en derechos. Si, igual que a nuestros hijos e hijas les decimos que no pueden tener todo y tienen que esforzarse y que no pasa nada porque se frustren un poco, también tenemos que decírnoslo como personas adultas que somos. No podemos tener todo lo que deseamos y tenemos que trabajar para conseguir lo que queremos. (Y esto no es contrario a lo que se escribe sobre sobre pensamiento positivo sobre el que espero hacer algunas reflexiones en algún otro momento.)
Como no quiero entrar en ningún debate político concreto, me centraré en la música como ejemplo de esta reflexión.
La música es una asignatura que tiene un impacto residual en el curriculum actual a pesar de trabajar los pilares claves para la construcción personal y el gobierno de la propia vida. Se desarrollan y potencian aspectos esenciales como:
-. Constancia, disciplina. Requiere del trabajo diario en el que no valen atajos.
-. Calidad, el cuidado por el detalle, por el trabajo bien hecho.
– .Aprendizaje permanente. Ensayar, practicar, estudiar y aprender de los errores.
Aporta a su vez un espacio de crecimiento desde la desconexión, desde la liberación de la creatividad y estableciendo conexiones creativas con el autor y con otras personas. Esto es, aspectos enfocados al desarrollo de personas que construyen su vida alejándose de la mediocridad.
Sin embargo, como decía al principio, la música es algo residual. El estudio de las artes se desarrolla como un deseo cuando lo que aporta es un derecho, la construcción y el gobierno de nuestra propia vida.
Dejo, para quien, lea la reflexión sobre los motivos o proponer nuevos ejemplos.