Porqué

En diferentes momentos de mi vida he tenido la necesidad de escribir un diario.  Pero siempre tengo el miedo de que se conozca el texto y, fuera del contexto en el que se escribió, se saquen conclusiones erróneas que acaben hiriendo a alguien o a mí misma.

No tengo claro que hacen con ellos las personas que habitualmente escriben uno. ¿Dónde lo guardan, si lo hacen? ¿Lo dejan leer ? ¿lo releen pasados los años? Por ello, a pesar de considerarlo un espacio de desarrollo personal muy interesante, nunca me he decidido a llevarlo a la práctica.

Escribo este blog como un espacio de unión entre dos de mis intereses: la jardinería y el desarrollo personal y profesional. Un diario con reflexiones que me sitúan frente al espejo.  Identificar mis prejuicios, los estereotipos aprendidos… Reconocer mis debilidades y mis virtudes y reconducirme en la formación del carácter. Carácter, menuda palabra…

Me ayuda a  mirar el error, el fracaso porque no llamarlo así, dejándome una puerta abierta para salir de la desesperanza, la puerta del aprendizaje. Me permite recuperar el control del maravilloso caos que debe ser vivir.

Me recoloca en mi responsabilidad sobre mi proyecto de vida, me aleja de la culpa y del victimismo. Y por esto, y algunas reflexiones más, me reconforta y me da calma, la calma que también me aporta el cuidado de un jardín.

Espero que también ayude a otras personas a pensar y reflexionar…